El fraude digital en 2025: la IA multiplicó los ataques
El fraude digital vivió un 2025 particularmente complicado, con un crecimiento acelerado de ataques avanzados impulsados por inteligencia artificial. Según un informe difundido por DarkReading, basado en datos de la firma Sumsub, los estafadores dieron un salto significativo en la sofisticación de sus operaciones globales, haciendo que las amenazas sean más difíciles de detectar y con un potencial de daño mucho mayor.
La investigación analizó más de 4 millones de intentos de fraude y encuestas a 300 profesionales de riesgo junto a 1200 usuarios, y detectó un aumento del 180% en técnicas de fraude avanzadas durante el último año. Estas incluyen ingeniería social, identidades generadas por IA y manipulación de telemetría. Además, la proporción de estos ataques dentro del volumen total subió del 10% en 2024 al 28% en 2025, lo que evidencia un claro cambio en la estrategia criminal.
Uno de los hallazgos clave es el uso creciente de sistemas autónomos de fraude, capaces de ejecutar múltiples pasos con mínima intervención humana. Aunque los documentos falsos generados por IA representan apenas el 2% del total utilizado en delitos digitales, herramientas como ChatGPT, Grok y Gemini ya han marcado una tendencia preocupante al permitir crear IDs prácticamente perfectas, deepfakes y bots adaptativos.
El phishing continúa siendo el principal impulsor del fraude al consumidor, responsable del 45% de los casos reportados, mientras que el 36% proviene de brechas en servicios que exponen datos de los usuarios sin que estos realicen ninguna acción. En Estados Unidos, pese a que el fraude general bajó un 15%, una de cada cinco tentativas ya incluye el uso de identidades sintéticas o personas generadas por IA, manteniendo la presión sobre empresas y sistemas de verificación.
Otro dato llamativo es que, aun cuando el 74% de las víctimas en EE. UU. sufre pérdidas financieras directas, la confianza en los servicios financieros se mantiene en un 81%. Sin embargo, solo el 67% de las empresas reporta los incidentes a los reguladores, lo que sugiere una importante brecha de visibilidad y una posible subestimación del problema.
Como conclusión, Sumsub advierte que el fraude global ha evolucionado hacia ataques diseñados específicamente para sortear controles avanzados. Para enfrentar esta nueva ola delictiva, recomienda verificación de identidad en múltiples capas, herramientas de detección de fraude basadas en IA, análisis de comportamiento y mayor intercambio de inteligencia entre organizaciones.



