Hack-GPT: crecen modelos de IA maliciosos que generan ransomware en segundos
La inteligencia artificial no solo está cambiando la productividad en las empresas, también está acelerando el crimen digital. Nuevas herramientas de IA maliciosa como WormGPT 4 y KawaiiGPT pueden generar ransomware, correos de phishing y scripts para robar datos en cuestión de segundos y prácticamente sin costo, según un informe reciente de Unit 42 de Palo Alto Networks.
WormGPT 4, la más avanzada de estas soluciones, se basa en la arquitectura GPT-J 6B y fue diseñada para evitar restricciones éticas. Se comercializa como un servicio SaaS (ilegal, obviamente), con planes de suscripción que van desde los 50 dólares al mes hasta 220 dólares por acceso de por vida, y ofrece una interfaz web junto con una comunidad activa en Telegram.
Los investigadores confirmaron que este modelo puede generar ransomware funcional en PowerShell con cifrado AES-256 y hasta incluir mecanismos de exfiltración de datos basados en Tor. También es capaz de producir correos de phishing y notas de extorsión altamente convincentes, orientados a manipular a sus víctimas y a esquivar los sistemas de detección.

En paralelo, KawaiiGPT se posiciona como la opción “gratuita” del ecosistema: un modelo de código abierto disponible en GitHub que, pese a su estética anime, ofrece funcionalidad de ataque real. Se despliega rápidamente en Linux y permite crear spear-phishing, scripts de movimiento lateral con SSH en Python y rutinas de robo de datos vía correo electrónico con smtplib. Su comunidad en Telegram también crece, con usuarios solicitando mejoras y compartiendo prompts para ataques.

La existencia de estos modelos demuestra cómo la barrera de entrada al cibercrimen continúa reduciéndose. Lo que antes requería conocimientos avanzados ahora está al alcance de cualquiera con una tarjeta de crédito o simplemente una cuenta de GitHub. A medida que la IA se vuelve más poderosa y accesible, la industria de la seguridad enfrenta un desafío urgente: evitar que las herramientas del futuro sigan cayendo en manos equivocadas. Por el momento, parece demasiado utópico.



