Max: el "WhatsApp ruso" respaldado por el Estado
Rusia está impulsando Max, un mensajero desarrollado por VK y respaldado por el Estado, como "alternativa patriótica" a WhatsApp y Telegram. La aplicación, lanzada en marzo, ya registra más de 18 millones de cuentas, y se proyecta como una futura “superapp” que combine mensajería, pagos y servicios gubernamentales. Algo similar a lo que ocurre con WeChat en China.
Desde el 1 de septiembre, Max debe venir preinstalado en todos los smartphones, tablets, computadoras y smart TV vendidos en Rusia. La medida llega después de semanas en que WhatsApp y Telegram han sufrido interrupciones en llamadas de voz, bloqueadas, en teoría, por el uso abusivo por parte de estafadores y terroristas, pero afectando también a ciudadanos comunes.
El gobierno promueve la app con celebridades locales, como raperos y músicos, quienes destacan la calidad de las llamadas y la conexión. Críticos, sin embargo, han señalado que la publicidad exagera las funciones básicas de Max y advierten que, como VK en general, comparte datos con las autoridades rusas. Algunos usuarios reportan también fallos frecuentes y problemas de envío de mensajes.
Max busca integrarse con el portal de servicios estatales Gosuslugi mediante el Sistema Unificado de Identificación y Autenticación (ESIA), lo que permitiría pagar facturas y firmar documentos desde la app. Inicialmente, el FSB bloqueó esta integración por riesgos de filtración de datos, aunque a comienzos de agosto se anunció que los requisitos de seguridad fueron cumplidos, y la integración completa se espera para finales de otoño.
Incluso sin acceso pleno a Gosuslugi, el Estado está impulsando activamente su adopción. Ministerios, empresas de gestión de vivienda y escuelas de al menos 57 regiones están migrando chats de WhatsApp y Telegram a Max. Maestros y funcionarios críticos describieron la medida como coercitiva.
Novedades y vulnerabilidades
Recientemente, Max ha incorporado varias novedades que refuerzan su importancia estratégica. La app ha sido incluida en la lista de servicios prioritarios que seguirán funcionando incluso durante cortes de internet móvil, garantizando comunicación entre autoridades y ciudadanos. Además, el Ministerio de Desarrollo Económico planea que Max permita a los viajeros registrarse en hoteles usando la plataforma y el Sistema Biométrico Unificado, medida que podría implementarse a partir de marzo de 2026. Por último, Max planea abrir gradualmente su registro a usuarios con números de teléfono extranjeros, manteniendo estrictas medidas de ciberseguridad y protección de datos, lo que refleja un enfoque progresivo hacia la expansión internacional sin comprometer la seguridad nacional.
Por otro lado, desde el punto de vista técnico, Max enfrenta algunas vulnerabilidades. Investigadores de seguridad han encontrado fallos críticos, y destacan que la app recopila datos sensibles como geolocalización, contactos y biometría, que puede compartirlos con autoridades y socios comerciales. Aunque algunos defensores, señalan que estas prácticas son comunes también en aplicaciones internacionales.
En redes sociales, la app ha sido objeto de memes por fallos, su publicidad y la percepción de control estatal. Expertos y blogueros críticos destacan que la adopción forzada refleja un intento de soberanía digital mediante presión administrativa, más que por ser un producto confiable o deseado por los usuarios.
Aun así, según declaraciones oficiales, Max forma parte de un esfuerzo estratégico de Rusia por contar con una aplicación nacional que integre servicios digitales y reduzca la dependencia de infraestructura extranjera. Desde este punto de vista, la app no solo busca ofrecer mensajería y pagos, sino también consolidar la presencia digital del Estado en el ecosistema tecnológico del país.
Fuente: The Moscow Times




