¿Seguridad o Paranoia? La Decisión de Maduro de Abandonar WhatsApp y lo que implica para tu seguridad
Mientras el presidente venezolano Nicolás Maduro denuncia a WhatsApp como herramienta de espionaje, surgen interrogantes sobre la seguridad de nuestras comunicaciones digitales. ¿Estamos realmente protegidos o esto es el indicio de una amenaza mayor?
En medio de grandes cuestionamientos a nivel internacional sobre la legitmidad de las elecciones en Venezuela, Nicolás Maduro eliminó la aplicación WhatsApp de su teléfono, en vivo y en televisión nacional. Con la frase “Si te he visto, no me acuerdo.” Maduro desinstaló la aplicación de su celular y recomendó a los Venezolanos hacer lo mismo ya que “le entregó la lista de toda Venezuela al narcotráfico colombiano, al imperialismo tecnológico para que atacara y volviera loca a la familia venezolana.”
Según Maduro la app está siendo utilizada para "amenazar a las y los jóvenes líderes populares, de calle, de comunidad, a la familia militar, policial y a toda Venezuela”.
Y más allá de lo que pueda decir un personaje como Maduro, no deja de aparecer en nuestras cabezas la pregunta ¿Y si tiene algo de razón? ¿Y si WhatsApp está siendo utilizada con fines de espionaje? ¿Hay alguna posibilidad real de que esto sea así? ¿O es simplemente un caso de paranoia injustificada?
Otra vez WhatsApp
Esta no es la primera vez que WhatsApp es blanco de críticas o preocupaciones de espionaje por parte de políticos en el mundo.
En 2022 atacantes no identificados intentaron acceder a la cuenta de WhatsApp de la presidente del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, utilizando el número de teléfono de Angela Merkel.
Por otro lado, a fines de 2023, el gobierno francés exigió a los ministros y miembros del gabinete a desinstalar aplicaciones como WhatsApp, Telegram y Signal, para sustituirlas por aplicaciones de origen galo. Estas aplicaciones, en teoría, serían más seguras o brindarían más garantías, al menos para los miembros del gobierno.
Pero no todo es problema exclusivo de WhatsApp como aplicación.
El programa PRISM (y sus amigos)
Este programa de vigilancia masiva a través de proveedores de internet fue puesto en conocimiento del público en 2013 por Edward Snowden y se venía utilizando desde 2007. El programa era (o es) operado por la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA) y le permite recolectar y analizar datos de usuarios a través de las grandes empresas tecnológicas como Google, Microsoft, Apple y si, Facebook (ahora Meta y dueña de WhatsApp).
PRISM facilita el acceso a correos electrónicos, chats, fotos, videos y otros datos almacenados en los servidores de estas compañías, todo ello sin la necesidad de una orden judicial tradicional.
Curiosamente, como parte de las diapositivas filtradas de este programa, se ve explícitamente como uno de los objetivos a… Venezuela.
Además de PRISM, tenemos otros programas conocidos como:
MUSCULAR: Un programa de vigilancia conjunto entre Estados Unidos y el Reino Unido que, al momento de las revelaciones, indicaba que podían acceder al contenido de las comunicaciones cifradas en Internet. El acceso a la información se daba cuando se descifraba la información al ingresar a la infraestructura de proveedores como Google o Yahoo!.
Fairview: Un programa de la NSA para recolectar información de telefonía, Internet y correo electrónico en conjunto con la empresa AT&T. Aunque también hay otros programas o convenios con otros proveedores.
BULLRUN: Un programa de la NSA dedicado a encontrar e implantar vulnerabilidades en los algoritmos de cifrado utilizados a nivel internacional, con el objetivo de acceder a las comunicaciones cifradas.
Pero WhatsApp está cifrado Extremo-a-Extremo ¿No?
Si, pero.
Si, está cifrado extremo a extremo, lo que significa que, en teoría, solamente los dos extremos de la comunicación (los dos usuarios) deberían poder ver los mensajes.
Pero hay varias potenciales debilidades o suposiciones que tenemos que hacer para asegurar esto.
Primero que nada, debemos asumir que WhatsApp no guarda una copia de las claves de cifrado en sus servidores sin nuestro consentimiento. Cosa no menor para el nivel de paranoia que se debe manejar a nivel político internacional. Esto es algo que tampoco podemos descartar tan a la ligera, teniendo el cuenta los casos anteriores de vigilancia realizados por la NSA en conjunto con las grandes empresas tecnológicas.
Pero además, incluso si asumimos que WhatsApp es 100% confiable, sabemos que existen programas que buscan debilitar los algoritmos de cifrado utilizados, entre otros, por WhatsApp, así como también programas que buscan interceptar las comunicaciones de Internet a nivel del ISP. Con estos dos tipos de programas, sería posible acceder a comunicaciones privadas, sin la colaboración del proveedor del servicio de mensajería.
También está el problema de los metadatos, es decir, de la información de con quien te comunicas, cuando, por cuanto tiempo, desde donde, etc. Si yo se que Juan vende drogas y se que hablaste con Juan y que tu teléfono y el de Juan estuvieron cerca por unos 5 minutos en una plaza a la medianoche, no se de que hablaron, pero puedo suponer que le compraste drogas.
Además, como siempre, existe la posiblidad de que WhatsApp tenga vulnerabilidades no conocidas (como cualquier software) que sean utilizadas para atacar y eventualmente espiar a sus usuarios por parte de terceros.
¿Y entonces? ¿Maduro tenía razón?
Vimos que Maduro no fue el primero y seguramente no será el último en desconfiar de aplicaciones de mensajería como WhatsApp. También vimos que existen esfuerzos reales por distintas organizaciones para vulnerar la seguridad de las comunicaciones para cumplir con sus objetivos. Por último, en el caso de WhatsApp, evaluamos que si bien se cuenta con medidas de seguridad en las comunicaciones implementadas, siempre quedan dudas de la implementación, ya sabemos que el 100% en seguridad no existe.
Es difícil dar una conclusión positiva a este análisis. Como recomendación general, si algo de esto te pareció importante, evitá el uso de WhatsApp para información crítica. Para la mayoría de los mortales es prácticamente imposible eliminar WhatsApp por completo de su vida, pero si se puede reducir el uso para conversaciones importantes.
En cualquier caso, el equilibrio entre la seguridad, la privacidad y la funcionalidad siempre es delicado y distinto para cada persona. Por eso es importante mantenerse informado sobre la seguridad de tus comunicaciones y tomar las medidas que consideres necesarias para proteger tu privacidad y tu información.
Y si Maduro tenía razón o no, lo dejo para tu evaluación personal. Lo que si podemos decir es que, si considerás que WhatsApp es una amenaza para la seguridad de tu información, es lógico y razonable que no quieras tenerlo instalado en tus dispositivos.



